viernes, 16 de marzo de 2012

Matar o filtrar

Barack Obama ha prometido que investigarán hasta el final la masacre en la que un soldado estadounidense ha matado a 16 civiles afganos. No es que uno no le quiera creer, pero algunos precedentes nos hacen desconfiar de la justicia militar norteamericana.

Hoy, 16 de marzo, se cumplen precisamente 44 años desde la matanza de My Lai, en Vietnam, en la que soldados norteamericanos mataron a 500 civiles, entre ellos muchos niños y niñas. Solamente uno de los participantes fue juzgado y sentenciado. El subteniente William Calley fue inicialmente condenado a cadena perpetua, pero no llegó a pisar la cárcel: cumplió 3 años y medio de arresto domiciliario.

Hay más casos. El último, el del sargento Frank Wuterich, considerado el máximo responsable de la matanza de 15 civiles en Haditha, Irak, el 11 de junio del 2006. Hace pocos meses, el pasado enero, llegó a un acuerdo con la acusación: fue degradado y asumió una reducción de salario por tres meses. Es todo.

No siempre es así. El soldado Bradley Manning sí que ha pisado la cárcel. Fue detenido en mayo del 2010, estuvo en régimen de aislamiento total durante un año, y hoy sigue en prisión, a la espera de juicio. Se enfrenta a una petición de cadena perpetua. No está acusado de haber matado a nadie. Hizo algo muchísimo más grave: filtró documentos a Wikileaks.

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