jueves, 26 de abril de 2012

La mirada de Steer

Hace 75 años los lectores del Times de Londres y del New York Times tuvieron el privilegio de leer la crónica sobre el bombardeo de Gernika firmada por George Steer.

Hoy, 75 años después, sigue siendo un privilegio poder leer la detallada narración de Steer sobre la destrucción de Gernika. No debe ser fácil redactar, con el margen de unas pocas horas y la presión del momento, una crónica de tal calidad y rigor. Steer da cuenta de la cantidad, del peso y de la capacidad destructora de las bombas utilizadas y, entre otros muchos detalles, de la táctica seguida por los aviones alemanes: primero, bombas pesadas; luego, ametrallamientos; finalmente, bombas incendiarias.

No es de extrañar que tal crónica diese internacionalmente credibilidad a la versión que, hasta ese momento, era solo la versión de una de las partes. Cuentan que su editor le invitó desde la redacción central a buscar un equilibrio entre las dos versiones existentes entonces. Pero Steer prefirió fiarse de lo que vio y escuchó personalmente. Buscó la verdad desde su subjetividad y desde la honestidad informativa, que es lo que dio credibilidad a sus trabajos.

Murió a los 34 años, en 1944, en un accidente en Birmania. Nos quedamos sin saber que habría escrito sobre el peso, la precisión y la capacidad mortífera de las bombas utilizadas, por ejemplo, en Hiroshima, en Nagasaki, en Vietnam, en Irak o, ahora, en Afganistán.

jueves, 19 de abril de 2012

El juez Pardiez

Lo contaba en su columna del Diario de Noticias Juan Kruz Lakasta: un magistrado de la Audiencia Nacional, al que identifica como juez Pardiez, ha procesado a un joven por haber mirado mal a Yolanda Barcina. El juez considera que el acusado, al haber levantado la ceja a la presidenta, ha podido incurrir en un delito de atentado a la autoridad, lo que le puede acarrear una pena de 8 años de cárcel.

Es broma, por supuesto. El irónico Lakasta se ha inspirado en una noticia real, la relativa a los cuatro acusados de haber lanzado tartas de merengue a Barcina, que se enfrentan a penas de entre cuatro y seis años. Pero medios como eleconomista.es han publicado la supuesta información como si fuera una noticia real. Es decir: la Audiencia Nacional ha hecho tales méritos, que la penalización del levantamiento de ceja ha llegado a ser creíble.

Otra de la Audiencia Nacional: una joven de Zarautz, Ainhize Muniozguren, va a ser juzgada hoy en relación a la colocación en una txosna de una pancarta en contra de la dispersión de presos, que incluía fotos de presos locales. No se le acusa de haberla colocado, sino de haber permitido su colocación, al ser ella la responsable ante la administración, no de la txosna en que se colocó, sino del recinto festivo en que se instalaron todas las txosnas. Se enfrenta a una pena de año y medio de prisión.

No se rían. No es una columna de Lakasta. El juez no es Pardiez, sino Gómez Bermúdez.

viernes, 13 de abril de 2012

Supuesta prohibición

Lo primero que he leído sobre la comparecencia de Rodolfo Ares en el Parlamento ha sido que la Ertzaintza dejará de utilizar pelotas de goma a partir del 2013. Casi empiezo a aplaudir. Pero la letra pequeña me ha devuelto rápidamente a la realidad.

La prohibición, que no entrará en vigor hasta el año que viene, solo afectará a los ertzainas de Seguridad Ciudadana, y no a los agentes de la Brigada Móvil y de la Brigada de Refuerzo. O sea, las unidades antidisturbios que precisamente son las encargadas de actuar en situaciones en que habitualmente se utiliza este armamento, es decir, los beltzas, podrán seguir disparando estos proyectiles cuya prohibición recomendó la Comisión Europea. Ares ha explicado que se utilizarán en ocasiones excepcionales, y solo por orden del mando responsable de la actuación. Espero que no haya querido decir que hasta ahora se utilizaran sin la orden del mando responsable.

Después de leer toda la letra pequeña, propongo reformular la noticia sobre la comparecencia de Ares de esta manera: “En contra del criterio de la Comisión Europea, las unidades antidisturbios de la Ertzaintza podrán seguir utilizando también partir del 2013 las escopetas lanzapelotas que son tan imprecisas que cuando el agente apunta a la altura de la cintura de quien está provocando disturbios, el proyectil puede impactar en la cabeza de quien está tranquilamente tomando una cerveza”.

viernes, 6 de abril de 2012

Que siga el negocio

No muy lejos de aquí, en una pequeña universidad del Oeste americano, esta semana un ex alumno ha matado a tiros a siete estudiantes. La Policía no ha podido encontrar el arma porque el autor la lanzó a la bahía de Oakland antes de ser detenido, pero sí ha confirmado que el arma había sido comprada legalmente. Es casi como comprarte una bufanda: eliges una, pagas y ya está. O la puedes comprar online: por 129 dólares, que es menos de 100 euros, te mandan una pistola a casa.

Hace trece años, cuando dos estudiantes de un instituto de Colorado mataron a tiros a 12 alumnos y un profesor, el cineasta Michael Moore se hizo miembro de la Asociación Nacional del Rifle, con la intención de llegar a ser presidente de la organización para poder desmantelarlo desde dentro. No pudo hacerlo, por supuesto. Tampoco Obama hace nada. Era partidario de un control más estricto de la venta de armas. Pero desde que es presidente no ha dado ninguna señal de seguir siéndolo. Y menos lo va a hacer ahora, en plena pre-campaña para la reelección.

Los medios intentan analizar estos días la personalidad del supuesto autor de la matanza de Oakland, pero pocos se cuestionan con qué facilidad se hizo con el arma semiautomática que utilizó. Según las estadísticas, cada semana mueren seiscientas personas por arma de fuego en los Estados Unidos. Es decir, 2.500 al mes y más de 30.000 al año.

Pues nada: que siga el negocio.