jueves, 29 de septiembre de 2011

Inocentemente optimista

Intuyo que este final de septiembre merecerá su espacio en las cronologías que algún día los historiadores harán sobre el final de la violencia política en nuestro país.

La semana pasada concluyó con la feliz noticia de la adhesión del colectivo de presos vascos a la Declaración de Gernika. Es decir, militantes de ETA ahora presos han pedido publicamente a su organización que la tregua hoy en vigor sea un paso hacia el definitivo abandono de su actividad armada, que es lo que dice literalmente la Declaración de Gernika. Es obvio que es un paso importante hacia el fin de la violencia de ETA, pero no era tan obvio que el presidente del gobierno español fuese a reconocerlo. Añadamos, pues, que el reconocimiento de Zapatero es también un paso significativo. Como lo es, sin duda, el anuncio de que una comisión de acreditados expertos ha iniciado ya labores de verificación del alto el fuego.

El perfil y el curriculum de sus integrantes hacen pensar que van en serio.
El discurso de Patxi Lopez ha rematado la semana, al proponer el progresivo acercamiento de los presos. Le podemos poner muchísimos peros a su discurso, pero cuando incluso la izquierda abertzale reconoce que, aunque insuficiente, es un paso en la buena dirección, es que el proceso puede haber empezado a no ser tan unilateral.

Todos tenemos derecho a ser inocentemente optimistas, aunque sea una vez al año. Esta semana, lo soy.

No hay comentarios:

Publicar un comentario