viernes, 18 de noviembre de 2011

Jugar en casa

Hace diez meses la Audiencia Provincial de Gipuzkoa condenó a cuatro guardias civiles por haber torturado a los miembros de ETA Igor Portu y Mattin Sarasola. Condenó a dos años de prisión a tres de ellos, y a cuatro años y medio al responsable del operativo.

Esta semana hemos sabido que los autores del lanzamiento de tartas a Yolanda Barcina se enfrentan a penas de entre cuatro y nueve años de cárcel. Por tanto, si finalmente les condenan, pueden ser castigados a penas superiores a las inicialmente impuestas a los agentes que llevaron a Igor Portu a la Unidad de Cuidados Intensivos con dos costillas rotas y una perforación pulmonar grave. Como medida cautelar, el juez ha retirado el pasaporte a estos peligrosos lanzadores de productos de repostería y les ha ordenado comparecer semanalmente ante la autoridad judicial.

No sabemos que pasará con los autores confesos del lanzamiento de merengue. Sabemos que, al final, los guardias civiles que según la Audiencia Provincial de Gipuzkoa torturaron a Portu y a Sarasola no van a cumplir ni dos anos ni cuatro años y medio de cárcel. El Tribunal Supremo español les ha absuelto con el contundente argumento de que denunciaron torturas siguiendo instrucciones de ETA.

La Asociación pro-Guardia Civil sabía lo que decía cuando, tras conocerse la sentencia inicial, achacó la condena a que habían sido juzgados en campo contrario. Esta vez, evidentemente, han jugado en casa.

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