sábado, 3 de diciembre de 2011

99%

Dicen los expertos que estamos ya en la cuenta atrás, en los últimos diez días en los que se decidirá si el euro, y las finanzas mundiales, se salvan o se hunden. No es fácil entender lo que sucede realmente: primas de riesgo, calificación crediticia, sistemas de garantía supranacionales… Lo que sí está claro es que esto huele a chamusquina.

En nuestra época universitaria, a veces también hablábamos de economía. A finales de los ochenta, cuando la Europa socialista había iniciado ya su cuenta atrás y se hablaba ya del fin de la guerra fría y de la victoria de la economía de mercado, uno de nuestros contertulios insistía que el capitalismo, lejos de haber vencido, había fracasado. Argumentaba que era un fracaso total por las desigualdades abismales que había provocado. Hablaba, en suma, de la injusta distribución de los recursos. Las protestas inspiradas en Occupy Wall Street, aquí en los Estados Unidos, han hablado exactamente de lo mismo. Las concentraciones prácticamente han acabado, algunas con la inestimable colaboración de la Policía, pero el mensaje ha calado: el 1% se está enriqueciendo a costa del 99%.

Estamos en una cuenta atrás en la que no estamos seguros quien se juega qué, pero uno puede intuir que la solución que conviene al uno por cien no es la misma que nos conviene al 99 por cien. Quizás deberíamos seguir la norma más básica en informática que recomienda, ante un ordenador que no funciona, apagar y volver a iniciar.

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