jueves, 14 de abril de 2011

Danke, Voigt

En las retransmisiones de la última Vuelta al País Vasco, los locutores de Eurosport comentaron varias veces que era sorprendente la cantidad de aficionados que se agolpaban en las carreteras para animar a los ciclistas. “Esto parece el Tour”, dijeron el día de la subida a Arrate.

No es ninguna novedad. En la década de los 40 nuestros mayores guardaban recortes de prensa sobre Coppi y Bartali, y en los 50 se agolpaban alrededor de la radio para seguir los duelos entre Loroño y Bahamontes. Hay gente que se sabe de memoria los ganadores de todas las etapas de varias ediciones del Tour.

Y me imagino que muchos recordaran como yo el momento en que el alemán Jens Voigt, mediante una pequeña palmada en la espalda, le indicó a Juanma Garate que no le iba a disputar la victoria. Era el Giro del 2006. La etapa terminaba en el puerto de San Pellegrino. El líder del equipo de Voigt venía por detrás y, por tanto, el alemán no dio ningún relevo. Pero al llegar el momento de disputar la etapa, Voigt decidió que no merecía vencer. El reparto fue justo: Garate ganó la etapa con todo merecimiento, y Voigt se ganó el respeto de todos, también con todo merecimiento.

Voigt sigue en el pelotón, pero parece que empieza a retirarse. Acaba de publicar una carta de despedida tras haber participado en su última Vuelta al País Vasco. Es un texto sencillo, en el que agradece la pasión, la generosidad y la deportividad de la afición vasca. No sé exactamente por qué, pero me ha emocionado. Sé que no soy el único.

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