jueves, 17 de febrero de 2011

Mercenarios de la paz

Antonio Basagoiti ha vuelto a llamar mercenario a Brian Currin. Ha descubierto que al abogado sudafricano le pagan un sueldo por trabajar. Por la misma razón, le parecerá que Paul Ríos es también un mercenario, porque algo debe cobrar el coordinador de Lokarri para poder subsistir. Pero estaría bien comparar su sueldo con el de Basagoiti; o, quizás, con los de Basagoiti.

Habrá quien se pregunte a quien representan Lokarri, Brian Currin o los miembros del Grupo Internacional de Contacto, que esta misma semana han logrado que el mensaje a favor de la solución dialogada haya llegado al Parlamento de Westminster. En estos casos siempre me acuerdo de Alec Reid. Cuando en los 80 empezó a trabajar para que las partes enfrentadas en Irlanda iniciaran un dialogo discreto, cuenta que constantemente le preguntaban a quien representaba él: solía responder que a las víctimas del futuro; que estaba trabajando en nombre de quienes todavía se podían salvar.

Es una buena respuesta. No sabemos cómo va a acabar todo esto y nunca sabremos cuantas víctimas potenciales se han salvado ya; pero, solo por eso, definitivamente esta mereciendo la pena.

Acabo de leer, en la entrevista realizada por el medio digital zuzeu.com, que Paul Ríos será la persona más feliz del mundo cuando pierda su puesto de trabajo. Le creemos. ¿Se imagina alguien a Basagoiti diciendo sinceramente lo mismo?

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