Ara

A los catalanes les sobraban razones para reivindicar la independencia. Y tras el doble cepillado al Estatut, les sobran aun más. La gran manifestación de respuesta al Tribunal Constitucional parecía augurar un nuevo ciclo político, con el independentismo más fuerte que nunca.

Pero los resultados de las elecciones dicen otra cosa. De 135 diputados, sólo 14 son abiertamente independentistas. Artur Mas dice que, en un hipotético referéndum sobre la secesión, su voto sería afirmativo. Pero aclara que no moverá un dedo para que se haga ninguna consulta. Nada ha cambiado: a pesar del 4-0 de Laporta y del 5-0 del Barça, los catalanes siguen donde estaban. En la Liga española.

Pero quien sabe. Un amigo periodista solía decir, en la lejana época en que las rotativas parecían tener futuro, que los ciudadanos se autodeterminan cada mañana en el quisco al optar por un diario u otro. Era una manera de ironizar sobre Gipuzkoa, de mayoría  abertzale y euskaldun, pero mayoritariamente consumidora de un diario constitucional y monárquico editado en castellano.

En Catalunya algunos han tenido la valentía de lanzar un nuevo diario editado en catalán y, lo que parece aún más arriesgado, impreso en papel. Un proyecto no explícitamente independentista, pero si nacional. Una buena opción para autodeterminarse cada mañana. Benvigut i bona sort, Ara.